El Nuevo Ejército del Pueblo-Visayas Orientales (NPA-EV) declaró que el 8º ID está destinada a fracasar una vez más en el cumplimiento de su nuevo plazo de “diezmar” tres frentes guerrilleros en la región para finales del segundo trimestre de 2021, y otro frente antes de que termine el mandato de Rodrigo Duterte.

En un informe de este mes, el NPA-EV afirmó que 18 batallones de combate de las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP) y de la Policía Nacional Filipina (PNP) están operando actualmente en la región. Se trata de la mayor concentración de fuerzas estatales desplegadas en la zona de la historia. Al menos 15 ciudades están bajo operaciones de combate focalizadas, incluidas las del sur de Leyte, Leyte y Biliran, que anteriormente fueron declaradas “libres de insurgencia”.

En febrero, 226 elementos de la Fuerza de Acción Especial de la PNP (SAF) fueron también desplegados en la región. Además, 86 destacamentos de las CAFGU también están dispersos por la región. En sus operaciones, las AFP utilizan aviones de ataque, helicópteros y drones.

A pesar de ello, las AFP y la PNP siguen sufriendo bajas. El 13 de febrero, dos tropas de la PNP y las FAS murieron en una maniobra de defensa activa del Comando de Rodante Urtal en Ginagdanan, San Roque, Samar del Norte. Al cabo de dos días, la misma unidad del NPA tendió una emboscada al 43º IB en Barangay Cagbigajo, Pambujan, en la misma provincia.

En febrero, el NPA organizó al menos cuatro ofensivas contra las tropas de las AFP que operaban a lo largo de la frontera de Samar y Samar del Este.

La campaña de rendición forzada de las AFP también es inútil. La 19ª IB admitió que los “rendidos” acaban volviendo al NPA como combatientes a tiempo completo. Esto fue declarado por el comandante de la unidad militar durante una ceremonia de rendición forzada en Matuguinao en febrero.