En medio de un despliegue total del enemigo y de operaciones militares concentradas en un frente guerrillero en el sur de Tagalog, el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA) pudo llevar a cabo trabajos de recuperación en Maro.

Durante casi una década, los camaradas no han podido llevar a cabo un trabajo revolucionario en Maro. Aquí es donde se sembró por primera vez la semilla de la revolución en la zona. Ha servido como fuente de miembros de las organizaciones de masas revolucionarias, así como de combatientes rojos y comandantes rojos. En consecuencia, el enemigo centró sus ataques en Maro para destruir la unidad de los residentes. Los militares pusieron un destacamento del CAFGU y desataron grupos paramilitares y de vigilancia en la zona. También se montaron puestos de control en las carreteras durante la pandemia de la Covid-19.

Se han hecho esfuerzos para llegar a los residentes de Maro. Sin embargo, durante mucho tiempo, dicho lugar sólo sirvió como zona de paso para el NPA a otras áreas. En cumplimiento del movimiento de rectificación y para hacer frente a la necesidad de ampliar las bases de la guerrilla, el NPA decidió regresó a Maro.

La unidad de la NPA que fue desplegada en la zona carecía de conocimientos sobre la zona y su terreno, así como de apoyo de masas. Sin embargo, se aferraron a la rica historia revolucionaria de Maro y se dirigieron con valentía a las masas a pesar del despliegue masivo del enemigo.

Dicha unidad investigó inmediatamente la condición de las masas. Los residentes se enfrentaban a graves dificultades y a la pérdida de sus medios de vida debido a la crisis causada por la pandemia de la Covid-19. Muchos campesinos pobres y trabajadores agrícolas no podían viajar para buscar trabajo adicional debido al bloqueo de los militares. La mayoría de los campesinos no tienen tierra y trabajan bajo un esquema de reparto de 60-40 a favor del terrateniente.

Durante sus primeros meses en Maro, la unidad NPA llevó a cabo una campaña sanitaria y de educación sobre la Covid-19. Realizaron revisiones y otros servicios médicos. Ayudaron a los hijos de los agricultores a responder a sus módulos y les enseñaron a utilizar los teléfonos móviles e internet para un aprendizaje flexible. La unidad también ayudó en las actividades de producción de la zona.

Con la ayuda del NPA en sus actividades cotidianas, las dificultades de los campesinos en medio de la pandemia se vieron aliviadas en cierto modo. A su vez, las masas tienen ahora tiempo para ayudar a la unidad del NPA, como por ejemplo contribuyendo a evitar los ataques del enemigo y guiando a los combatientes rojos a zonas seguras.

El trabajo de masas de la unidad dio inmediatamente sus frutos cuando se le ordenó lanzar una acción militar. Con la ayuda de las masas, se logró ocultar la presencia de la unidad del NPA a los soldados operativos. La unidad también fue capaz de montar una ofensiva exitosa a sólo dos kilómetros de un puesto de control militar y policial.

Ni la fuerte presencia militar ni su desconocimiento de la zona impidieron a la unidad del NPA llegar a las masas en las zonas de recuperación. Un mes después de la recuperación de Maro, los residentes organizaron una reunión para celebrar su reencuentro con el NPA.