EE.UU.-Israel intensifica el conflicto armado en Oriente Medio

,

El 15 de octubre, Estados Unidos anunció que enviaría sistemas de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) y 100 soldados estadounidenses a Israel, supuestamente para prepararse ante un posible ataque de Irán. Esto se produce mientras el presidente estadounidense Joseph Biden habla hipócritamente de «desescalada» o reducción de las tensiones en la región, como resultado de la agresión de Israel en Líbano y su genocidio en curso en Gaza.

Estados Unidos suministró armas a Israel en medio de crímenes de guerra y contra la humanidad cada vez más atroces en Gaza, Cisjordania y Líbano. Sus atrocidades más recientes incluyen el bombardeo de una ciudad de tiendas de campaña de refugiados en Deir al Bahar, en el centro de la Franja de Gaza, el 14 de octubre. Al menos cuatro pacientes fueron quemados vivos tras ser obligados a trasladarse a la zona desde un hospital cercano que Israel había bombardeado previamente. Horas antes, Israel bombardeó una escuela que albergaba refugiados en el norte de Gaza, matando a 22 personas, 15 de las cuales eran niños. En Yabala, Israel bombardeó a palestinos que hacían cola para recibir ayuda en harina, matando a 10 personas.

Israel ya ha matado a 42.603 personas en Gaza, 700 en Cisjordania y 2.309 en Líbano. En Líbano, uno de sus crímenes más graves fue el bombardeo de 80 viviendas en Beirut el 27 de septiembre, en el que murió el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Se destruyeron seis edificios y murieron otras 33 personas. La oleada de bombardeos desplazó a un millón de personas, entre ellas 400.000 niños. El 1 de octubre, las tropas israelíes invadieron el sur de Líbano, donde se encontraron con la resistencia de los combatientes de Hezbolá. Las tropas israelíes atacaron repetida y deliberadamente el campamento de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL), entre otros. Israel utiliza bombas de racimo prohibidas y fósforo blanco que causan daños extensos y brutales a la población civil.

Mientras tanto, las fuerzas de Hezbolá intensifican la defensa de su soberanía y su pueblo. Cientos de sus combatientes se enfrentan a los 70.000 soldados, tanques y bombarderos aéreos israelíes que Isreal utilizó en un intento de invadir el sur de Líbano a partir del pasado 30 de septiembre. Hezbolá ha infligido numerosas bajas a las tropas que avanzan, así como a campamentos y posiciones militares israelíes en diversas partes de Israel. Al igual que los combatientes palestinos en Palestina, Hezbolá está preparado para una larga y sangrienta guerra de desgaste contra las fuerzas de ocupación estadounidense-israelíes.

Un informe militar libanés afirma que, desde el 1 de octubre, al menos siete tanques israelíes que intentaron entrar en el país fueron volados. Cincuenta y cinco soldados israelíes murieron y más de 500 resultaron heridos. Dos aviones no tripulados Hermes 450 también fueron alcanzados mientras volaban hacia Líbano.

Todos los días y casi cada hora, Hezbolá lanza oleadas de cohetes contra campamentos y posiciones militares israelíes para inutilizar la llamada Cúpula de Hierro, el sistema de defensa antimisiles de Israel financiado íntegramente por Estados Unidos. Muchos de los cohetes de Hezbolá dieron en el blanco. El 13 de octubre, un ataque con dron alcanzó con éxito un campamento militar en Haifa, matando a cuatro soldados israelíes e hiriendo a 67. Estos ataques son similares a los ataques con misiles iraquíes del 1 de octubre que alcanzaron la sede del Mossad en el centro de Tel Aviv. A diferencia de Israel, Líbano e Irán centran sus ataques únicamente en objetivos militares legítimos.

EE.UU.-Israel intensifica el conflicto armado en Oriente Medio