A pesar del pandemia, cientos de miles de personas marchan diariamente en Myanmar desde el 5 de febrero para protestar contra la dictadura militar. Exigen a la junta militar que tomó el control del gobierno que abandone su poder y libere a los funcionarios elegidos del país, encabezados por Aung San Suu Kyi.

El Tatmadaw (ejército de Myanmar) impuso rígidas restricciones para impedir las manifestaciones. La mayoría de protestas fueron disueltas. También cortó repetidamente el acceso a Internet en un intento de evitar que la gente que la gente se reúna. Más de 500 personas han sido detenidos y tres han muerto tras recibir disparos de la policía.

El Tatmadaw dio un golpe de estado y detuvo a los funcionarios civiles del país el 1 de febrero. Muchos creen que este ataque tiene como objetivo desmantelar el partido de Suu Kyi partido de Suu Kyi y reimponer permanentemente el régimen militar absoluto en el país.