Conductores y operadores continúan exigiendo la eliminación del Programa de Modernización de Vehículos de Servicio Público (PUVMP), que busca eliminar y reemplazar los jeepney con minibuses importados costosos y anticuados. Esto fue después de que el Departamento de Transporte (DOT) declarara la continuación del PUVMP a pesar de la segunda resolución del Senado que pedía la suspensión del programa.

El Senado tomó nota de la gran cantidad de yipnis que se negaron a consolidarse, ya que los minibuses muy caros están más allá de las posibilidades de los conductores y operadores.

Ya sea que se suspenda o no, el PUVMP ya ha hecho mucho daño a la vida de los conductores y operadores. Ha tratado de evitar que un gran número de yipnis recorran sus rutas en medio de amenazas de abordar a los yipnis no consolidados, cobrar a los conductores y golpear sus yipnis. Esto a pesar de la resolución no publicitada de la LTFRB del 30 de abril que permitió a los yipnis no consolidados operar en rutas con cero o baja franquicia consolidada. La LTFRB ocultó deliberadamente esto a los conductores y operadores para obligar a un gran número de conductores que se habían negado a consolidarse a someterse al PUVMP.

El programa es una carga incluso para aquellos que se han consolidado y se han visto obligados a comprar vehículos caros que se dañan fácilmente con piezas que son difíciles de encontrar. En la ciudad de Iloilo, el PUVMP dio lugar a la reducción de muchas rutas de pequeñas cooperativas y a la monopolización de las principales rutas dentro de la ciudad por parte de grandes corporaciones.

Piston continúa con el llamado para el regreso de su franquicia individual de 5 años y para que los conductores obligados a unirse a la consolidación retiren su solicitud de consolidación.