Con el inicio de las lluvias, los habitantes del norte y centro de Luzón se ven atenazados de nuevo por los crecientes temores sobre la devastación y las inundaciones que vendrán con la construcción de una presa en la Cordillera planeada por el régimen de Marcos. Se construirán más de 100 proyectos de represas hidroeléctricas en la región, con al menos 20 en los principales ríos Kalinga.

Los ríos y arroyos de Kalinga sirven como fuentes de agua potable y riego. Los principales productos aquí son el arroz, el maíz, el café, los plátanos y varios tipos de frijoles.

El principal río de la provincia es el río Chico, que se origina en la Provincia de la Montaña y recorre 175 kilómetros antes de unirse al río Cagayán. En lugar de proteger estos recursos hídricos y desarrollarlos para aumentar la producción y las necesidades del pueblo, el régimen de Marcos los está subastando a capitalistas extranjeros y locales. Con el pretexto de promover las “energías renovables”, el régimen de Marcos está impulsando las represas hidroeléctricas como fuente de electricidad.

Se considera que la Cordillera tiene el mayor potencial para la energía hidroeléctrica. Marcos y sus compinches babean por los fondos que los países imperialistas invertirán en la construcción de represas en nombre de la “mitigación de la crisis climática”. Otorgó plenos privilegios a las empresas, incluidas exenciones fiscales y otros incentivos.

Como parte de los esfuerzos por atraer a extranjeros, se está agilizando y facilitando la aprobación de las solicitudes. Se están utilizando organismos gubernamentales para engañar, dividir y coaccionar a los grupos minoritarios nacionales para que apoyen estos proyectos. Las Fuerzas Armadas también se encargan de proteger los proyectos y reprimir la oposición contra ellos.

El más grande de los proyectos es el Proyecto Hidroeléctrico del Río Chico, que se espera que tenga una capacidad total de 150 megavatios. Está liderada por San Lorenzo Ruiz Piat Energy and Water, Inc.

Daños extensos

Estos proyectos no traen más que una destrucción generalizada a la población indígena de Kalinga y Cordillera, y gente de regiones adyacentes. Mucho los árboles serán arrancados para la construcción de las represas, y la tierra será contaminada y destruida. Las empresas se apropiarán de los minerales extraídos de la tierra.

Algunas comunidades se inundarán, mientras que otras se verán privadas del acceso al agua. Las comunidades aguas abajo de la represa experimentarán inundaciones repentinas. Esta es la experiencia en el valle de Cagayán cuando el tifón Ulises azotó en noviembre de 2020. Sesenta pueblos y ciudades quedaron sumergidos tras la apertura de la presa de Magat debido al desbordamiento de los ríos, lo que afectó a más de 300.000 ciudadanos.

Mientras tanto, las comunidades aguas arriba experimentarán sedimentación o poca profundidad del río, causada por la acumulación de suelo y cambios en el flujo de agua.

Independientemente del diseño, la represa reducirá el acceso de las personas al agua gratuita para riego y uso doméstico. Las empresas aseguran a la gente que solo se construirán “pequeñas represas”, pero si se construyen en serie en el mismo río, el efecto será el mismo que el de una sola represa grande, según la Cordillera Frente Democrático Popular (CPDF)- Kalinga.

El caudal y la profundidad del agua también afectarán a la flora y la fauna que prosperan en el sistema acuático y sus alrededores. Pueden ser arrastrados por la crecida de las aguas o por el fuerte flujo de agua del río hacia los túneles. La vida silvestre a lo largo del lado del río también puede morir si el agua sube y el limo aumenta.

En medio de todo esto, el CPDF-Kalinga hace un llamado a la más amplia unidad entre los pueblos de la Cordillera para defender colectivamente sus tierras y recursos. Las formas de unidad que deben utilizarse incluyen los bodongs (pactos tribales de paz) progresistas y revolucionarios, el establecimiento del Gobierno Autónomo Revolucionario del Pueblo de la Cordillera (CPRAG) y los capítulos de las CPDF.

También hacen un llamado a la unidad con los pueblos de otras regiones de Filipinas y de otros países que se resisten a la confiscación de sus tierras y recursos por parte de las empresas capitalistas.

Adoptado de la cartilla CPDF-Kalinga, mayo de 2024.